Amor platónico es una expresión que, en su uso común, pretende referirse a la visión filosófica que tuvo Platón acerca del amor, aunque la malinterpreta por completo.
Esta denominación popular tiene como significado el amor no correspondido o imposible que, por ello, persiste como un ideal, inalcanzable. Esto, sin embargo, es radicalmente diferente de la concepción platónica del eros o amor, y constituye una vulgarización inaceptable de su teoría.
Propiamente hablando, y según la filosofía de Platón, el amor es la motivación o impulso que lleva al conocimiento de la Forma de la Belleza, así como a la contemplación de la misma. Esta orientación se produce en un proceso gradual que comienza con la apreciación de la apariencia de la belleza en una persona (belleza puramente física), continúa con la belleza física en general, y luego avanza hacia la apreciación de la belleza espiritual (la del carácter, la del alma), la de la belleza de las leyes y las costumbres en la sociedad, la que se encuentra en las artes y las ciencias.
En esto consiste la "idealidad" del amor platónico: no en tener un amor inalcanzable, sino en amar las Formas o Ideas eternas, inteligibles, y perfectas. No hay en absoluto elementos sexuales, sencillamente porque el auténtico amor para Platón no es el que se dirige a una persona sino el que se orienta hacia la esencia trascendente de la Belleza en-sí.
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